Agradecimiento. Es lo que a través de estas líneas le expreso a doña Nilsa López de Espejo y su familia por tan magnífica y ardua labor. Han sostenido una empresa como El Tabloide durante 50 años, con vicisitudes y éxitos, sin doblar el brazo. Han sido años de trabajo y lucha, años en los que se consolidó como el medio de comunicación más importante e influyente de la región.
Los agradecimientos no solo son por haberme permito hacer parte de esta gran familia, sino por lo que este medio de comunicación ha significado para Tuluá y el centro del Valle del Cauca.
El Tabloide no cierra sus puertas, tampoco sus páginas, simplemente da paso a la transformación que esta edad moderna exige, en resumidas cuentas, no cierra, se transforma, ahora acentuará aún más su contenido digital que lo ha posicionado también en las plataformas como uno de los medios con mayor capacidad de penetración y, lo más importante, con la calidad que el ejercicio periodístico lo requiere.
Hablar de los 50 de El Tabloide es hablar de Tuluá y la región. en sus páginas está plasmada su historia, al menos la de las últimas décadas, con sus violencias, sus triunfos y derrotas, las victorias de unos y las frustraciones de otros, al igual que las vivencias de una población que ha vivido y ha padecido a lo largo y ancho de este territorio en este tiempo.
Hoy, que pululan páginas y las informaciones van y vienen sin mayor verificación en las distintas plataformas, es cuando medios como El Tabloide, que continuará su legado y visión a través de Facebook, Instagram, X, Tik Tok, se convierten en una herramienta fundamental para los lectores y seguidores, por una sencilla razón, la rigurosidad en el tratamiento de la información.
Así que el sueño de José W. Espejo no ha terminado, ahora está más vivo que nunca. Ese sueño hecho realidad perdura y aunque ya no con el olor a tinta y papel, mantiene su esencia: informar con responsabilidad.









