Cualquier municipio que presente altos índices de accidentalidad vial y de inseguridad en las calles por homicidios, hurtos, riñas callejeras, entre otros actos que requieren respuesta inmediata de las autoridades, es de suma importancia constatar que las cámaras de seguridad del municipio, ubicadas en lugares estratégicos de alta incidencia en ambos temas, estén funcionando de manera correcta.
Tarea inaplazable por parte de la primera autoridad y de los funcionarios de la alcaldía municipal de las diferentes dependencias que les corresponda intervenir, gestionar, coordinar y asignar recursos para la solución de problemáticas en las que ellas sirven como prueba.
Los diferentes agentes y oficiales de policía nacional necesitan de la cooperación de todos aquellos que intervienen en el proceso para poder coadyuvar en la sensación de seguridad de los ciudadanos que actualmente sienten que, en el corazón del Valle, entre otros municipios del departamento, se está haciendo muy difícil vivir.
En caso de que éstas no estén funcionando de manera adecuada, realizar el mantenimiento de ellas debería ser una prioridad hoy para introducirlo en el presupuesto a ejecutar en el año 2023 que los honorables concejales deben poner sobre la mesa como una necesidad prioritaria que requiere de inversión.
La dinámica económica que generan las diferentes unidades productivas ubicadas en los municipios del Valle del Cauca, especialmente las de Tuluá, por ser una ciudad región, un municipio que atiende las necesidades en salud, comercio y demás, de todos los municipios de su área de influencia, requieren de una pronta atención a dicho rubro.