Felipe Agudelo Tenorio, publica por estos días una segunda historia criminal en Tusquets editores, con el título de “Murallas infinitas”.
Por otra parte, Oscar Godoy Barbo-sa, en Alfaguara, acaba de publicar la novela que ganó el Premio Ciudad de Buenos Aires en 2019 y que titula “Te acuerdas del mar”.
Aparentemente son dos historias que no tienen nexos entre sí, salvo el de ser dos obras impecablemente escritas. Pero veamos.
La novela de Agudelo Tenorio, es una nueva incursión en el mundo patibulario que nos rodea, del investigador privado Gotardo Reina, quien esta vez se enfrenta a la misteriosa desaparición y posterior asesinato de muchachitas púberes, cuyos cadáveres aparecen víctimas de un supuesto suicidio colectivo en el Salto del Tequendama. En el desarrollo de la investigación se devela una red criminal que secuestra, mediante engaños, a niñas de escasos recursos económicos para venderlas a miserables que las usan en sus latifundios de la costa norte o de los llanos orientales, para entregarlas a grupos de depravados como objeto de cacería.
La ficción de Godoy Barbosa tiene que ver con la calamitosa guerra que nos perturba y acongoja. Por medio de tres personajes principales el autor narra las intimidades de un conflicto que tiene sus raíces en lo que monseñor Germán Guzmán Campos, Orlando Flas Borda y Eduardo Umaña Luna, describieron crudamente en su libro “La violencia en Colombia”, y que luego de un proceso de paz, que desmovilizó a una aguerrida insurgencia, ha de-satado por parte de terratenientes, narcotraficantes y del mismo Estado, una verdadera cacería de desmovilizados, contando a esta fecha con más de 300 excombatientes asesinados desde el 16 de septiembre de 2016, cuando se firma el acuerdo final de paz.
Hay pues en las novelas de estos dos magníficos autores un hecho significativo que las emparenta, el mostrarnos, desde dos ópticas distintas, que somos un país de cazadores.