Cuando se acerca la media noche y algunos colombianos de a pie corremos a buscar a la familia que hace días no vemos y otros aun preparan, de último minuto, la pinta que lucirán, el regalo que mostrarán con orgullo y los manjares que pondrán en la mesa como símbolo de abundancia. Cuando los más pequeños e inocentes de la casa se preparan a dormir para que el abuelo Santa llegue en su trineo por la ventana cargado de esos regalos pedidos con fe y amor. Cuando todos nos unimos en un abrazo de esperanza por el nacimiento del niño amado por todas las culturas, en ese instante estará mi lancita el soldado y el policía en su soledad orgullosa cuidándonos desde las carreteras y montañas de la Patria, manteniendo el orden y la tranquilidad de todos. Por eso querido lector los invito a honrar a ese hijo de Colombia, a ese joven que en la mayoría de los casos proviene de los hogares más humildes de nuestra sociedad, a ese campesino que con decisión dejó un día, sin mirar atrás, a sus padres para enlistarse como soldado del aire, infante y marítimo o como policial con la confianza de que con su esfuerzo podría mantener en libertad los derechos de todos los ciudadanos. Por eso y mil razones más es que quienes un día unimos el corazón a nuestra bandera en un grito decidido de ¡SÍ JURO!, pedimos con orgullo que si por estas fechas nos encontramos con un héroe de esos verde oliva, pixelado y bandera en el hombro, lo saludemos con agradecimiento y respeto, pues de seguro ellos, bajo la lluvia y el sol, secarán sus lágrimas y entenderán que aunque solos sin su familia en ese momento estarán realizando la misión más linda que el Dios de los ejércitos les pudo encomendar en su paso por la tierra. Estamos orgullosos de ustedes queridos soldados y policías, por eso les pedimos continuar con la misión encomendada por la Constitución sin desfallecer, respetando siempre los derechos humanos de sus semejantes sin importar su condición ideológica y racial. Sabemos que los buenos somos la mayoría, sabemos de su preparación, sabemos del amor por este pedazo de tierra llamado Colombia, sabemos que a pesar de los enemigos armados y jurídicos, siempre, siempre, preservaremos la patria por encima de cualquier ideología. Gracias mi lanza, gracias mi hermano verde oliva.