Andando el escrutinio sobre casi el 30% de las mesas, donde no hubo ningún voto por el Pacto Histórico al Congreso de la República, y donde ya se han descubierto miles de estos votos denotando el más grande fraude electoral de la historia colombiana, se espera que el Pacto suba de 16 a 20 congresistas (más de 300.000 votos hallados), 4 curules que se le restarán a las listas tradicionales y corruptas que aceitaron su aparato clientelar.
Con todo que fue un logro histórico que la alternatividad ronde más o menos el 40% del Congreso, no fue el resultado esperado, a pesar de las aplastantes victorias de Gustavo Petro y Francia Márquez en las consultas presidenciables.
Bien lo dijo el periodista Daniel Coronell al referirse a los mitos que murieron en estas elecciones: los ganadores fueron Petro en las consultas, y las maquinarias en las legislativas. No hay tal que Fico Gutiérrez, el nuevo áulico ascendido por el uribismo y que mal escondieron hasta pocos días antes de las votaciones, haya triunfado pues hace 4 años la consulta de la derecha obtuvo 6 millones de votos y Duque 4; esta vez solo llegaron a 4 millones y su candidato a poco más de 2, y eso teniendo en cuenta que derogaron descaradamente la ley de garantías para comprar votos con la plata del estado que nosotros sostenemos.
Petro en solitario lo duplicó. Hoy para todos está claro, si quieren Uribe III o Duque II con todo su nefasto legado ahí tienen a su Fico, si el país quiere cambio real está Petro, así unos sostengan cínicamente que Uribe no apoya a nadie, o que la polarización es dañina y por eso deben escoger el supuesto centro.
En cuanto al Congreso, pocos imaginaron la tracción de la corrupción patentada en las 16 curules del partido conservador o las 14 del centro democrático.
El segundo tiempo de este ajedrez político se jugará en mayo con las presidenciables, con posible extra tiempo en junio, en el que hasta ahora se avizora una certeza, y es que la campaña de “toconpe” (todos contra Petro) va a ser lo más cochino imaginado, con fake news e insultos y abordo con los medios de comunicación afectos al establecimiento, al estilo de 2016 con el plebiscito por la paz, o de 2018 cuando montaron al títere inepto de Duque. Esperamos, triunfe la sensatez. Ya lo iremos viendo.