Desde el inicio de la pandemia la gente ha evitado salir y tener contacto social con otras personas fuera de su hogar; pero ahora, bajo ciertos criterios de confianza y corresponsabilidad, las personas podrían empezar a ponerse de acuerdo con otras, para ampliar un poco su espectro de contacto social en espacios seguros donde no necesite del uso del tapabocas todo el tiempo. Sin embargo, hay que resaltar que si alguna de ellas, va a entrar en contacto con gente de otros círculos sociales, deberán auto cuidarse para evitar llevar el covid-19 a su burbuja social.
Es por ello que a veces en las noticias se habla, por ejemplo; de jugadores de fútbol que han roto su burbuja y, por ende; no podrán formar parte de la alineación de un equipo ante un partido clave.
Ahora, la idea es aplicar dicho modelo en los planteles educativos, de modo que los estudiantes puedan progresivamente ir recuperando su vida normal y su salud mental.
En Colombia poco se habla de ello porque el Ministerio de Educación pasó del modelo de alternancia a la presencialidad plena, sin respetar el cómo, ni su gradualidad recomendada como se había contemplado en un principio, lo que causó un sin número de tutelas en el sector.
En otras palabras, ahora que el gobierno central ha dado libre albedrío, bajo la premisa del derecho a la educación, todo dependerá de la buena comunicación existente entre los acudientes y las instituciones, para socializar las razonables medidas de alternancia y gradualidad, basándose en su infraestructura, ventilación, y espacios para atender las necesidades educativas de los educandos, sin exceder el aforo permitido.