Valencia Hurtado fue levantado de la escena del crimen con signos vitales pero finalmente perdió la batalla contra la muerte en una clínica de Santiago de Cali, a donde había sido remitido.
En medio de este ataque las autoridades emprendieron la persecución de los agresores, los cuales fueron alcanzados a la altura del barrio Popular y, según se supo, son dos menores de 15 y 16 años de edad que llevaban consigo el arma con la que, al parecer, se cometió el atentado.
En cuanto a la víctima fatal, laboraba como operario en la empresa de aseo de la ciudad y hacía parte además de la junta comunal del barrio donde murió.
A través de su actividad comunal llevaba adelante procesos culturales y musicales con jóvenes del sector en alto riesgo o vulnerabilidad por lo que se investiga si su deseo de sacarlos del mundo de la delincuencia sería la razón por la cual se convirtió en objetivo de alguna organización delincuencial.