Precisamente, el último caso fue reportado hace algunos minutos, pues en inmediaciones de un supermercado del barrio Príncipe, cerca de la zona rosa, fue atacado a bala un hombre de quien aún no se tiene identidad. Se pudo establecer que la víctima fue trasladada hasta un centro asistencial donde a esta hora recibe atención médica.
Pero, unas dos horas antes, en la carrera 28 con calle 35, en un reconocido taller, fue herido a bala en un brazo un mecánico, quien fue atendido en una de las clínicas de la ciudad y por fortuna, la lesión no revistió mayor gravedad.
El otro hecho de sangre sucedió el domingo de Resurrección, en el barrio Bolívar, donde fue atacado a bala el conductor de un vehículo de servicio público tipo taxi, afiliado a una de las empresas de la localidad.
Con heridas de consideración, el hombre fue trasladado también hasta una casa de salud donde fue declarado fuera de peligro.
Estas acciones violentas que, hasta el momento no dejan víctimas fatales, ponen de manifiesto la delicada situación de orden público por la que está atravesando el municipio de Tuluá y a ello se suman las denuncias, que en redes sociales, están haciendo varias personas sobre el presunto incremento del delito de la extorsión.