El subintendente Jefferson Andrés Ortiz Ocampo, de 32 años y oriundo de Cali, Valle del Cauca, fue asesinado por un francotirador del Ejército de Liberación Nacional (ELN) mientras realizaba labores de patrullaje.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, el uniformado adelantaba inspecciones de rutina cuando recibió el impacto que le causó la muerte de manera inmediata. El comandante del Departamento de Policía de Norte de Santander atribuyó el ataque al ELN, al señalar que es el único grupo armado con presencia en la zona.
Ortiz Ocampo, quien actualmente estaba radicado en Mocoa (Putumayo) por motivos de servicio, deja dos hijos. Durante su carrera en la institución recibió 61 felicitaciones y una medalla honorífica por su compromiso y labor.
El director de la Policía Nacional, general Carlos Fernando Triana Beltrán, rechazó el hecho calificándolo como una “acción demencial” y anunció el despliegue de capacidades de inteligencia para dar con los responsables.
El Ministerio de Defensa ofreció 200 millones de pesos de recompensa a quien brinde información que permita ubicar a los autores de este crimen, que nuevamente enluta a la institución y al Valle del Cauca, tierra natal del uniformado asesinado.