No quiero juzgar ni soy quién para hacerlo, tampoco criticar, pero no entiendo cómo una alguien puede partirle los brazos, las piernas a una persona y posteriormente arrojarla al río.
Esto sucedió el pasado 6 de abril, hecho escalofriante ocurrido en Bello Antioquia, un ser humano que padece la indolencia e indiferencia de los espectadores que graban su sufrimiento, quien no resiste tal crueldad y cuando llega al centro de salud, fallece. Indigno. Como indigno es ver cabezas separadas de los cuerpos en Tuluá.
El odio apagó la luz de la vida de Sara Millerey, una mujer trans de 32 años de edad, víctima de la intolerancia, la indiferencia, la brutalidad y deshumanización que vivimos en estos tiempos donde es más importante tomar el celular y capturar lo que está pasando que prestarle ayuda y apoyo a quien lo necesita.
Como sociedad le fallamos al principio de solidaridad de nuestra Constitución Política y a los mínimos de respeto que necesitamos para convivir en paz. Los prejucios y el odio hacia las identidades diversas pusieron fin a una persona llena de vida.
¿Qué pasa por la mente de una persona que maltrata, invalida y le propina tratos crueles a otra? No quiero pensar en lo que sentirá la familia al ver todos los comentarios de odio, de transfobia y de gozo por su dolor ante tal situación.
Como si en el mundo hubiese categorías de humanos y unos valieran más o menos por sus gustos íntimos, la sexualidad de cada individuo le pertenece a cada quien y bien lo dijo un sabio lleno de amor hace cientos de años “el que esté libre de pecado que tire la primera piedra”.
Parece que, con el furor de las inteligencias artificiales, la inteligencia humana está a la baja, como los aranceles implantados por Trump que están provocando caídas en los mercados bursátiles de todo el mundo. Espero que no sea muy tarde cuando nos demos cuenta de lo artificiales que nos estamos volviendo por el exceso de fachada en las formas y la poca profundidad en el fondo, ojalá y nuestra naturaleza salga a flote y reivindiquemos este mundo artificial.