De acuerdo con cifras oficiales, hoy los vallecaucanos ostentan el segundo puesto en el país con el número de quemados y esa misma posición la ocupa Tuluá dentro del contexto departamental.
Con corte al 16 de diciembre, el Valle del Cauca tenía registradas 32 personas lesionadas, 15 de ellas en Santiago de Cali, cuatro en Tuluá, dos en Buga, uno en Bugalagrande y los restantes casos se distribuyen en el resto de municipios.
Falta conciencia
“No podemos pedirle a las autoridades poner un policía en cada esquina. El departamento está lleno de dificultades, problemas de seguridad, y efectivamente tenemos un problema de fácil acceso a la pólvora”, dijo María Cristina Lesmes, secretaria de Salud del Valle al tiempo que manifestó que se requiere a una ciudadanía consciente de los riesgos que implica manipular los elementos pirotécnicos.
DATO: Las personas quemadas en Tuluá han sufrido lesiones en sus manos, brazos, piernas y abdomen.
En el mismo sentido se pronunció el secretario de Salud de Tuluá, John Jairo Aguirre Castaño, quien lamentó que de los cuatro quemados dos sean niños.
“El llamado a los padres de familia y adultos responsables es a que no se amarguen la Navidad, pues cuando se manipula este tipo de elementos se pone en riesgo la salud y se exponen a pleitos legales que, en un caso extremo, pueden afrontár procesos de perdida de la patria potestad”, dijo el funcionario.