De acuerdo con los especialistas, durante la actividad los estímulos gustativos, olfativos y visuales que se obtienen en la cata permiten evaluar sus propiedades.
“Después de olerlo hay que probarlo. Para esto hay que dejar que el café envuelva nuestra lengua pasando por todas nuestras papilas gustativas. Para probarlo hay que sorber, esto implicará que haga ruido”, indican.
La gráfica corresponde a la jornada final de catación que se llevó a cabo en el marco de la Segunda Muestra de Cafés especiales que el Sena Valle del Cauca y el Comité Departamental de Cafeteros adelantó el pasado fin de semana en Tuluá con la participación de 43 expositores.