En esta ocasión, el hundimiento se registró en la parte alta del barrio dejándolo sin los servicios de agua, gas y energía eléctrica, suspendidos por razones de seguridad.
Como ocurrió hace una década atrás, el sector quedó aislado pues la vibración vehicular podría agravar la emergencia.
De acuerdo con la opinión de los expertos, el problema de los barrios Monserrate y Cafetero, que están divididos por la quebrada El Popal, es que durante los últimos años se ha presentado un proceso de profundización del cauce de ese afluente, por la infiltración del agua que va subiendo por la ladera, lo que ha causado la desestabilización del terreno.
Además, la población ubicada en las montañas de la cordillera Central, es atravesada por varias fallas geológicas, entre ellas la de Romeral, que ha dejado incomunicada a la población en varias oportunidades por los deslizamientos que se registran sobre la carretera, a la altura del sector conocido como La Cristalina.
Inician nuevo estudio
En la presente semana, la Universidad del Valle inició un nuevo estudio para determinar las acciones a seguir ante las eventualidades generadas por las lluvias en esta región del Valle del Cauca.
«Estamos trabajando desde el primer momento en que se presentó la emergencia de manera mancomunada con los organismos de socorro dándole prelación a la vida de las personas por encima de todo», dijo el alcalde Jorge Augusto Palacio.
Agregó el mandatario que sigue trabajando en las tareas necesarias para darle una solución definitiva, pero que para lograrlo se requiere del apoyo del gobierno departamental y nacional.
Destacó el trabajo articulado que se ha logrado con los diferentes organismos de socorro que han resultado vitales para preservar la tranquilidad del sector.
Continuamos con los monitoreos constantes a la situación de riesgo presentada en el barrio Monserrate y en ese orden de ideas seguimos avanzando en la búsqueda de una solución para los habitantes de este sector tan importante para los sevillanos», dijo el mandatario.