Por estos días, leí con tristeza una nota periodística en la cual se afirma que la Corte Constitucional en su “real saber y entender” decreta que en la oficina del tránsito de Floridablanca, Santander se tiene que retirar, la imagen de la Virgen del Carmen, patrona de conductores, pues Colombia, según la Constitución, es un país laico y por lo tanto no se pueden tener imágenes espirituales en ninguna parte.
La Constitución Política de Colombia establece en sus primeros artículos que Colombia es un país laico, pero no creo que quienes profesamos un criterio religioso tengamos que volvernos ateos y no poder profesar nuestra fe y para los católicos la imagen de la santísima Virgen María y de los santos representan no solo una manifestación espiritual importante sino que, en el caso de la Virgen del Carmen, se ha convertido en algo así como un elemento que va con la tradición y la cultura de nuestro pueblo, pues los conductores, los navegantes y los carniceros, entre otros gremios, la tienen como su patronal y le rinden toda una serie de homenajes el 16 de julio de cada año.
No veo que eso ofenda el laicado que plantea nuestra Constitución y por el contrario afianza un valor que estamos perdiendo, como lo es la vida espiritual de los colombianos.
Así mismo, reza la Constitución que hay libertad de cultos la cual se ha confundido con que la religión hay que acabarla del todo, el ejemplo de eso es que, a pesar de que concordato (convenio establecido entre la santa sede y el gobierno colombiano) que tiene visos de constitucio-nalidad, establece que en los colegios se tiene que dictar la clase de religión pautada por la Conferencia Episcopal Colombiana, esta poco a poco la han ido quitando de los establecimientos educativos.
Acabar con el criterio religioso de los colombianos, porque así lo diga la Constitución, es acabar con una de las dimensiones fundamentales del ser humano y con una tradición histórica que nos permite crecer como personas, de relacionarnos con los demás y de vivir plenamente nuestro compromiso con la paz de Colombia.