El gobierno municipal, con razón indiscutible, como es la seguridad ciudadana, decidió mediante Decreto suspender la 67 versión de nuestra Feria Exposición. Este certamen a través de su historia ha sido la carta de presentación que ha tenido nuestra tierra, a nivel nacional e internacional.
Desgraciadamente el orden público y, sobre todo, de violencia urbana que estamos viviendo, fue la causa de esa determinación.
Primeramente, a más de la seguridad, el temor de los expositores de semovientes. son los daños que puedan sufrir sus animales, y por lo tanto pérdidas económicas cuantiosas, sumando la poca asistencia, que seguramente, por el momento que se vive habría en el Coliseo Manuel Victoria Rojas.
Me comentaban del malestar que existe entre los expositores, como es el caso de la Cámara de Comercio de Tuluá, siempre tan cercana a nuestra feria, que estaría ausente del Coliseo, una muestra muy propia, la llamada Plaza del Mecato, que es un homenaje que se hace a la tradición dulcera vallecaucana y a la gente experta en este arte del sabor.
Ya no veremos en el próximo mes de junio, la ciudad vestida de luz, magia y color, la Tuluá, fecunda y progresista: La feria es un muestrario de lo que tenemos, pero seguiremos siendo la “Ciudad seductora”, como la llamó el escritor Oscar Londoño Pineda.
Aquí en Tuluá, en su certamen ferial, se daban cita ganaderos, caballistas, industriales, agricultores, las especies menores, comerciantes, quienes daban fe de la calidad de nuestra feria y manifestaban que era una de las mejores del país, sino la mejor, sus ventas eran extraordinarias.
Ahora con nostalgia, notaremos la ausencia de los periodistas del todo el país, quienes destacaban nuestra feria, de las reinas, con su belleza adornando la ciudad, las orquestas nacionales y extranjeras, sus cantantes de primera calidad. Nuestras calles, eran un hervidero humano, nuestras mujeres, siempre hermosas, de divinas formas, con sabor a miel y olor a frutas.