Aunque ya van corriendo 66 días de 2025 y para algunos puede ser un poco tarde para hablar de los propósitos de año nuevo, que sea la oportunidad para darle un reinicio y redirección a la vida, no tiene que ser lunes ni tenemos que esperar la vuelta al sol para hacerlo, porque no podemos esperar a que el ‘estado de cosas’ cambie si nosotros no cambiamos.
Démosle la bienvenida a estas tres filosofías japonesas para encontrar un propósito en la vida, a disfrutar el presente, a ser más resilientes y a mejorar la productividad:
Ikigai, encuentra un propósito un por qué y para qué me levanto cada día. Klaizen, busquemos la mejora continua, mientras tenemos vida, tenemos que seguir creciendo, avanzando y aprendiendo. La palabra Kaizen se compone de los términos japoneses “kai” (cambio) y “zen” (bondad). Kintsugi, ese arte japonés que coge las piezas rotas, las pega, les pone oro, las embellece como un símbolo de que debemos embellecer nuestras heridas, nuestros dolores, tenemos que sanarlos, darles belleza y que eso traiga profundidad y sabiduría a nuestras vidas.
Y hablando de Japón, el presidente Gustavo Petro anunció una histórica colaboración con Japón para la reactivación de la red ferroviaria en Colombia, un proyecto que busca conectar el país a través de nuevas rutas y una infraestructura sostenible, donde se comprometieron 80 billones de pesos para rehabilitar y concesionar 1.800 kilómetros de vías férreas hasta 2026, marcando un hito en la reactivación de un sistema que ha estado en desuso durante décadas.
Ojalá y dentro de los propósitos de año nuevo de las naciones no esté comenzar nuevas guerras con otros, no armar alborotos por redes sociales y solucionar las diferentes crisis internas de la población.
Si no está en sus planes considerar la filosofía japonesa, considere una muy popular, sabia y me disculparán estas palabras los colegas de la edición, pero, no le joda la vida a nadie, viva y deje vivir, y verá cómo todo empieza a fluir.