Años atrás debió quedar el viejo pensamiento de que, para ingresar a la universidad, se requería salir de un colegio público, por aquello de los costos de ingreso que debían asu-mirse en las Universidades Públicas del país; y a pesar de que el presidente Gustavo Petro ya sancionó la ley 2307 del 31 de Julio de 2023 sobre la gratuidad en estudios de pregrado en las universidades públicas del Estado, no resulta cuerdo que algunas personas sigan pregonando el paradigma anterior.
Ahora hay que hablar sobre el nuevo paradigma dominante, para no quedar mal frente a los que sí leen y saben en qué consiste y cómo va a funcionar el ingreso a la universidad de forma gratuita.
Además de saber lo obvio, está lo tácito. ¿Qué es lo textualmente hablado? Los requisitos mínimos para ingresar son: tener entre 14 y 28 años de edad, ser colombiano, pertenecer al SISBEN IV en cualquiera de sus grupos y subgrupos A, B o C; y si la persona es indígena pero no cuenta con el SISBEN, estar inscrito en la base de datos del ministerio del interior.
Ahora… ¿Qué es lo tácito? O sea, lo que no está escrito, pero se sobreentiende: que por más que se quiera recibir a todas las personas, las universidades tienen una capacidad instalada máxima en cada aula, por lo que todo mundo no podrá acceder al cupo así porque sí, el cupo deberá ganarse con un alto puntaje en las pruebas Saber 11 del ICFES; y para nadie es un secreto que son las instituciones privadas las que dominan casi siempre los primeros puestos de todos los rankings existentes que hablan sobre los mejores colegios para lograr un buen puntaje y por ende, el preciado cupo universitario.