Con las múltiples muertes violentas de mujeres y niñas en manos de hombres, hechos inhumanos, crueles y repetitivos que prenden las alarmas en los medios de comunicación, la sociedad civil y las instituciones del Estado.
“Quien causare la muerte a una mujer, por su condición de ser mujer o por motivos de su identidad de género”, incurrirá en feminicidio.
Según datos del Observatorio Colombiano de Feminicidio, en el 2020 se registraron 614 casos, en el 2021 605, en el 2022 se reportaron 559, en el 2023, 516 casos y en lo que va del 2024 se han registrado 271 feminicidios, es decir que semanalmente 12 mujeres son víctimas de este delito. Tenemos una sociedad que no respeta la vida y que trata a sus mujeres y niñas como objetos y no como personas.
¿Qué podemos hacer las mujeres para evitar los feminicidios? Esta pregunta refleja parte del problema al dirigirla a las víctimas históricas en busca de soluciones a una situación que las mujeres no controlamos.
Las mujeres y los movimientos feministas hemos trabajado arduamente para evidenciar y denunciar estas acciones violentas de desigualdad y desprotección, la responsabilidad principal recae en los perpetradores de estas conductas.
Debemos trabajar unidos en la educación de las futuras generaciones masculinas en el respeto y en la prevención de la violencia contra las mujeres.
Jaime Garzón expresó: “Nadie podrá llevar por encima de su corazón a nadie, ni hacerle mal en su persona, aunque piense y diga diferente”, sería muy lindo que pudiésemos tener una sociedad marcada por el respeto a la diferencia y quizás no necesitaríamos tantas leyes para regular nuestro comportamiento, como la del pasado 28 de mayo, ley 2356 de 2024 por medio de la cual se eliminan beneficios y subrogados penales para quienes sean condenados o estén cumpliendo detención preventiva por el delito de feminicidio, ley aplaudida por las mujeres maltratadas.
Nos queremos vivas y es corresponsabilidad de todos trabajar por erradicar toda violencia.