El sismo, cuyo epicentro se localizó a 27 kilómetros de Jalalabad y a una profundidad de apenas 8 kilómetros, provocó una destrucción generalizada en zonas montañosas de difícil acceso. Las autoridades locales advirtieron que el número de víctimas podría aumentar debido al aislamiento de varias comunidades y la interrupción de las comunicaciones.
La provincia de Kunar, fronteriza con Pakistán, ha sido una de las más afectadas. En una de sus aldeas, al menos 21 personas perdieron la vida y 35 resultaron heridas. La sacudida se sintió incluso en Kabul, a 200 kilómetros del epicentro, y en Islamabad, Pakistán, a casi 400 kilómetros.