Ese día, hacia el atardecer, una situación inesperada acabó con la vida de una joven mujer de 31 años de edad, identificada como Lauren Janeth Sierra Quintero.
Ella, madre de dos niños, se desplazaba en una motocicleta junto con un hijastro, iban de regreso para la finca donde estaban viviendo desde hace unos meses en la vereda La Coca. Habían salido del área urbana de la Villa de Céspedes, a eso de las 5:30pm, aproximadamente, y poco antes del anochecer, en mitad del camino, los sorprendió una creciente súbita de una quebrada.
“Ellos transitaban por un sitio conocido como La Batea y allí fueron arrastrados por un sorpresivo deslizamiento de tierra, que se los llevó hasta un arroyo que desemboca en el río Tuluá.
El muchacho que iba con ella pudo salir y trató de auxiliarla, pero Lauren, al parecer, sufrió un golpe en la cabeza que le ocasionó una contusión, tal vez, por ese motivo, habría perdido el conocimiento y fue imposible que pudiera aguantar la arremetida de la empalizada y fue arrastrada por la creciente”, le contó a El Tabloide un allegado de la víctima.
Luego su cuerpo fue a dar al caudaloso cauce del río Tuluá, donde lamentablemente fue rescatada sin vida minutos después por unidades del Cuerpo de Bomberos que hicieron presencia en la zona para atender esa emergencia.
La señora Sierra Quintero, era natural de Cali, pero gran parte de su familia reside en esta región, especialmente, en jurisdicción del corregimiento de San Rafael.
Las exequias de Lauren Janeth se realizaron el domingo 5 de junio en el cementerio Valle del Descanso, en horas de la mañana.
Precisamente, Jhoany Andrés Arce Torres, coordinador de la Oficina de Gestión del Riesgo de Tuluá, recomendó a los pobladores de la zona montañosa, a transitar con precaución y mesura en las distintas vías, especialmente en aquellas que tienen este tipo de quebradas que pueden presentar crecientes súbitas en momentos inesperados, debido a que la temporada de lluvias continuará.