Un dicho popular se expresa “después de la tormenta llega la calma”.
Tal afirmación parece cobrar fuerza en estos tiempos, dado que por fin al menos a nivel global ha iniciado una campaña de vacunación sin precedentes, por lo menos en la historia reciente.
Desde luego, hago referencia a la vacunación contra el covid-19, flagelo que ha fustigado a la humanidad en los últimos meses y que ha segado la vida de miles de personas alrededor del mundo.
Como es de suponer, esta pandemia ha ocasionado dolor y sufrimiento de los que difícilmente se podrán recuperar, de manera especial aquellas personas que han perdido seres queridos, debido a la enfermedad in comento.
No obstante lo anterior, la llegada del biológico a nuestro país constituye una luz de esperanza para las personas que gracias a dicho remedio han de intentar retomar la ruta que se había desviado, la tranquilidad que parecía esquiva.
Así las cosas, sin importar el nombre de los laboratorios (Pfizer, Moderna, Astrazeneca…) que han desarrollado el fármaco salvador de esta hecatombe, se espera que más temprano que tarde la población del mundo en general y de Colombia en particular reciba la ansiada inoculación para volver a la vida cotidiana.
Valga decir que es importante tener confianza en la mencionada vacuna, pues si bien se han presentado algunas reacciones alérgicas, estas representan casos aislados, que al decir de expertos puede ocurrir con cualquier medicamento.
En todo caso, el beneficio sobrepasa con creces estos eventos mínimos, toda vez que el fármaco ha sido producido por laboratorios que lideran la investigación científica en este campo.
Por ello, se invita a la ciudadanía en general a hacerse aplicar la vacuna y a seguir conservando las normas de bioseguridad.