Estamos en los últimos días, previos a la jornada electoral del 29 de octubre en la que se elegirán alcaldes, gobernadores, diputados, concejales e integrantes de las Juntas Administradoras Locales, en algunos municipios, como Buga.
Sin embargo, también podríamos estar ad portas de un acontecimiento más importante y definitivo en nuestras vidas y en la de nosotros como seres humanos, y es, el principio del final de los tiempos.
No tenemos la seguridad de cuándo pasará, sólo el Padre (el Eterno) lo sabe, según las Escrituras (Mateo 24:36) ni el Hijo, ni los Ángeles en el cielo saben cuándo sucederá ese día, pero nos dicen los evangelios que habrá señales.
No queremos especular ni caer en falsos sensacionalismos ni mucho menos. Algunos dirán, guerras ha habido siempre, terremotos también, al igual que pestes o enfermedades, pero ninguna como ahora, con la frecuencia y celeridad que están ocurriendo.
No obstante, lo que ha sucedido en estos días, con dos eclipses, sí, porque además del que acaba de suceder el pasado 14 de octubre, viene otro eclipse parcial, pero de Luna, que seguramente no será muy visible en este hemisferio, pero sí en Europa y en algunos territorios de Asia y África, principalmente.
Así que no se turben, apenas son los dolores de ‘ese parto’. Pero sí debemos preocuparnos por buscar a Dios, leer su Palabra para que no seamos engañados por falsos mensajes como los que siempre han circulado y con mayor razón ahora.
Qué importante estar atentos al debate electoral que se avecina, voten a conciencia, por el candidato que cada uno considere pensando siempre en lo mejor para su municipio y también para la región.
Pero mientras eso sucede, no dejemos de lado lo fundamental. Sacar el tiempo necesario para ponernos en paz con el Todopoderoso, escudriñando las Escrituras, leyéndolas o asistiendo a un templo donde su doctrina sea sana y edificadora.
Y tranquilos, aún no llega el final, pero estamos en la puerta para que empiecen a cumplirse algunos de los apartes más difíciles que describe el último de los libros de la Biblia, el Apocalipsis.