Para muchos se trata de una natural pelea entre perros y gatos, pero para los dolientes de la mascota es un claro descuido y un acto de irresponsabilidad de parte de los dueños de los canes.
Según testigos, los animales captados por las cámaras han protagonizado otros ataques similares y, a pesar de que les han solicitado a estas personas ser más vigilantes y cuidadosos, han hecho caso omiso a la petición.
Agobardo, terminó siendo defendido por otro gatito que logró ahuyentar a los perros, pero hoy se encuentra recluido en una clínica veterinaria con pronóstico reservado.