Consultado sobre el particular, el concejal Jaramillo Giraldo dijo que el análisis ha sido detallado y que su ponencia busca permitirle al municipio obtener recursos y fondear a Infituluá, con el propósito de generar la construcción de vivienda.
Explicó que en aras de salvaguardar el patrimonio municipal, será una firma especializada la que determine el valor real de las acciones en esta entidad.
“Está claro que las utilidades anuales de esa participación para Tuluá están por el orden de los $600 millones, pero hoy, y según las cifras de Camacol, la vivienda está en un margen de utilidad superior al 12%, mientras que Popayán produce el 2.6%, por lo tanto invertir en construcción no solo será de gran impacto social, sino que mejorará los ingresos de nuestro Infi”, precisó el concejal del partido de La U.
DATO: Las acciones las recibió Infituluá como parte de pago de un negocio complejo hecho en 2008.
Indicó igualmente que su ponencia quedó con una modificación y es que conmina al alcalde Gómez Aguirre para que el municipio o Infituluá adquieran la mayoría accionaria de la Terminal de Tuluá y de esa manera conserve el control de la sociedad.
Respecto a esa exigencia del concejo, el gerente de Infituluá, Lléner Darío Borja Mafla manifestó compartirla plenamente y recalcó que es una postura que siempre ha mantenido el alcalde.
“Es un debate amplio que hemos llevado al Concejo Municipal, como debe ser, y nos gusta que la ciudadanía opine sobre el tema, pues son actuaciones claras, de cara a la comunidad y sin cartas debajo de la mesa”, precisó Borja Mafla.
Así las cosas el período de sesiones ordinarias que se iniciarán el próximo jueves promete estar al rojo vivo pues son varias las voces las que se oponen a la iniciativa del Ejecutivo.