Aunque por ahora el anuncio de la entidad nacional es de tomar posesión de la Empresa Prestadora de Servicios, seguramente en pocas semanas hablará de su liquidación, suerte que podrían correr otra decena de EPS, varias de ellas que arrastran un déficit financiero notable y tienen muy baja calidad en los indicadores de gestión y atención a los usuarios.
Muy mala noticia
Una de las primeras en reaccionar frente al tema, fue la médica, Maria Cristina Lesmes, secretaria de Salud del Valle, quien calificó la decisión de la Supersalud como catastrófica para el departamento.
“Con Emssanar creo que sería la puntillada final a la red pública. La deuda de Emssa-nar con nosotros en noviembre era de $170.000 millones y realizamos una venta de cartera que nos descontaron de los pagos de diciembre, es decir que esa deuda se volvió a incrementar en los $13.000 millones que les cedimos de cartera y lo que se viene atendiendo en enero”, explicó la funcionaria frente a las obligaciones pendientes de la EPS que cuenta con 967.946 afiliados en el Valle.
DATO: 90 días deben esperar los usuarios para solicitar el traslado a una nueva EPS tras la liquidación de Coomeva.
En el mismo sentido se pronunció la gobernadora Clara Luz Rol-dán, quien pidió al Gobierno Nacional un respaldo para el departamento ante los efectos de la toma de posesión de Emssanar ordenada por la Superinten-dencia Nacional de Salud, precisando que se afectaría a casi un millón de usuarios en el Valle.
Problemas para los usuarios
Con la liquidación de Coomeva EPS, la Superintendencia Nacional de Salud notificó a sus usuarios sobre el traslado a otras empresas, traslado que en algunos casos ya generan problemas a los usuarios como quiera que varios de ellos fueron enviados a entidades que no tienen sede en los municipios de residencia.
En el caso de Tuluá, los casi 30 mil usuarios fueron repartidos a la Nueva Eps, Sánitas Famisanar y Compensar, las dos últimas sin sede en la Villa de Céspedes.
Romelia Castaño, veedora de salud en Tuluá, indicó que el tema es muy delicado pues hay casos de pacientes de alto riesgo que tienen incluso movilidad reducida y no pueden viajar a Cali u otra ciudad para someterse a los chequeos de rutina o a los exámenes con especialistas.
«Desde mi experiencia y acorde con lo estipulado por la norma, los usuarios de Coomeva trasladados deben esperar 90 días para solicitar su traspaso y lo deben hacer a la Nueva EPS o Sánitas, pues en el caso de Tuluá son las únicas autorizadas para recibir usuarios», explicó Castaño en diálogo con EL TABLOIDE.