Sandra Quiroz, funcionaria de la entidad, explicó que es un fenómeno creciente en la sociedad y es factible que sean muchos más casos, pero el machismo que aún persiste impide reconocer que son víctimas de maltrato.
Las denuncias más frecuentes que conoce el despacho tiene que ver con el daño de teléfonos celulares, aparatos que terminan con múltiples daños en medio de una discusión que, en algunos casos, carecen de justificación.
En la mayoría de las historias que se conocen frente al tema los celos obsesivos y/ posesivos son el detonante de las discordias que además de los daños a los bienes incluye en algunos casos agresiones físicas y verbales, menosprecio sexual, entre otros.
Testimonios
*Aurelio, una de las tantas víctimas, le contó a EL TABLOIDE que vivió con su esposa por espacio de ocho años, donde los tres primeros pasaron en paz pero ya en el cuarto empezaron los problemas, pues por su trabajo debía ausentarse de manera prolongada y al regresar se le armaba la de Troya.
“Los celos se volvieron enfermizos y los reclamos cada día eran más fuertes e incluso en alguna vez intentó agredirme” relata Aurelio, quien tras la separación se radicó en el exterior.
Aunque trató de buscar alternativas de solución en aras de conservar el hogar y no separarse de su hija, fue la discusión en la víspera de un año nuevo lo que lo llevó apartarse e irse.
“Ese año, había comprado un nuevo celular y en medio de un ataque de ira me lo arrebató para luego volverlo trizas con la piedra de machacar la carne”, relata Aurelio, quien no duda en que los hombres deben denunciar, pues eso evita que se llegue a las confrontaciones que, en muchos casos, se tranforman en tragedias.
Vale la pena decir, que la Comisaría de Familia tiene los canales abiertos para recepcionar las denuncias masculinas.
*Nombre ficticio.