Se trata de los caballos que los dueños dejan sueltos por las calles tulueñas sin que ninguna autoridad ambiental los conduzca a un lugar adecuado para luego sancionar a sus propietarios. La queja es que los caballos callejeros, a falta de comida, la buscan en las bolsas de basura esparciéndolas por el barrio. La fotografía fue tomada en una de las esquinas aledañas al hospital Rubén Cruz Vélez, al occidente tulueño.