Y es que según las cuentas oficiales debió estar lista en 2019, pero aunque intentaron entregarla, no fue recibida porque tiene algunas fallas estructurales y de diseño que la convierten en un centro de reclusión inseguro.
Una prueba de ello es que hace unos meses atrás el único interno que han recibido se fugó al lograr forzar los barrotes de la celda y tras aplicarse gel antibacterial en su cuerpo salió de la misma y escalando los muros con facilidad asombrosa abandonó el sitio de reclusión.
Al hacer el recorrido por las instalaciones, es fácil a simple vista apreciar las fallas protuberantes en el diseño, los materiales usados y los terminados que resultan esenciales.
DATO: La cárcel atiende a privados de la libertad de La Unión, Toro, El Dovio, Bolívar, Zarzal y Roldanillo.
Las celdas por ejemplo tienen puertas con pernos que, al moverlas con fuerza, se desprenden, tal como lo demostró el funcionario que acompañó el recorrido de EL TABLOIDE.
Pero ese detalle no es el único, los barrotes quedaron fijados a una distancia no recomendada, lo que facilita que una persona usando métodos de evasión elementales salga del encierro.
En las celdas se construyeron camarotes en concreto de dos cuerpos y en la cárcel vieja eran de tres lo que representa una baja importante en el número de cupos.
La estructura es de tres pisos y las barandas de seguridad en los niveles superiores dejan expuestos totalmente a los internos o los propios guardias, pues no hay manera de contener una gresca o evitar una caída al vacío.
Como si fuera poco, las tuberías de acueducto y alcantarillado quedaron expuestas lo que las hace vulnerables, pues cualquier interno las puede averiar o en un caso extremo usarlas para acabar con su vida.
Es una necesidad urgente
Para los alcades y personeros de la región, la terminación de las obras es una necesidad apremiante pues permitirá mejorar las condiciones de seguridad en la región y de paso evita que las personas que son capturadas y judicializadas sean enviadas a otros centros penitenciarios del país.
«Existen retrasos e incumplimientos en las obras de la adecuación de la cárcel de Roldanillo por parte del USPEC y el consorcio contratista, lo cual está perjudicando a las Personas privadas de la libertad que actualmente se encuentran recluidas en las estaciones de policía de la jurisdicción, las cuales se encuentran en hacinamiento que se ha desbordado la capacidad en un 300%» indicó el personero de La Unión, Aimer Escarria.
La postura del abogado Escarria es la misma que comparten los mandatarios de poblaciones como Zarzal, Bolívar, Versalles, quienes sufren por el hacinamiento en sus territorios, pues no tienen dónde llevar a los capturados por diferentes delitos.
Además se convierte en una violación de los derechos humanos de las personas retenidas, pues permanecen en condiciones difíciles; además de los gastos que representa tenerlos en sus territorios.
¿Qué dice Minjusticia?
Sobre el tema el ministro de Justicia, Wilson Ruiz, denunció los retrasos e incumplimientos en las obras de las adecuaciones de la cárcel San Sebastián e indicó que apenas se cumplió con 66 cupos de 100 ofrecidos y los entregados no cumplen con los diseños inicialmente ofrecidos.
“La obra tiene muchas irregularidades de infraestructura que no permiten que se cumplan con las condiciones que deben tener los centros de reclusión, esta obra no será recibida hasta que se cumplan con las necesidades y exigencias contractuales”, indicó el alto funcionario.