Los integrantes de la organización se encargaron de adecuar un espacio inutilizado de la escuela y convertirlo en un lugar para que los niños del corregimiento y de los sectores aledaños como El Roble, Buenavista y El Bosque, puedan poner a volar su imaginación aprendiendo a soñar a través de los libros. «Es una estrategia que apoyamos sin dudarlo, pues redundará en beneficio de los niños de la montaña», indicó el mandatario.