La solidaridad es el apoyo o la adhesión circunstancial a una causa o al interés de otros. Cuando dos o más personas colaboran mutuamente para conseguir un fin común, se habla también de solidaridad.
El concepto en cuestión implica compartir con otros, colaborar en diferentes escenarios. La definición anterior incluye términos como apoyo, colaborar, compartir.
El vocablo apoyo hace referencia a la acción por medio de la cual se brinda protección o asistencia; el verbo colaborar implica trabajar con otro u otros individuos en la ejecución de una obra u ofrecer asistencia cuando sea necesario; compartir significa repartir o dividir algo en varias partes, con el fin de facilitar el disfrute común de algo.
Una situación difícil, hace alusión a un momento desagradable, peligroso. Una mirada detenida de estas nociones deja a nuestra sociedad en una situación comprometida, compleja.
Así, observamos en la cotidia-nidad, en riñas, en atracos, en accidentes ocasionados por automotores, solo por mencionar unos pocos incidentes, las más de las veces no se observa el sentido de solidaridad de los peatones para brindar auxilio a las víctimas.
En estos casos, que generan pánico y dolor, más bien se podría hablar de indiferencia, voz que desde una perspectiva semántica puede asumirse como antónimo del valor en comento.
Conviene entonces retomar los manuales de civismo. Por supuesto, se podría decir que uno no colabora o comparte el dolor que causan los sucesos antes relatados porque estos provocan un ambiente de tensión, que puede ser peligroso y comprometedor.
Por ello, se sugiere abordar el concepto de solidaridad desde una perspectiva proactiva, dado que muchos de los instantes difíciles, arriba reseñados, se podrían evitar, con un estudio juicioso de estos valores, tan fundamentales para fortalecer