Hoy quise escribir sobre el rencor y la venganza, porque creo que Colombia no puede más con tantos sentimientos malignos que nos están haciendo tanto daño, por medio de las redes sociales.
Pienso que el rencor es un sentimiento tan humano como dañino. Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos podido sentir cierto resentimiento hacia alguien que nos ha hecho daño o no ha actuado como esperábamos. Lo primero que tenemos que hacer para liberarnos de este sentimiento es saber de quien procede la ofensa, qué consecuencias puede tener en nosotros, por qué lo hizo y si había intención de ofender, eso es muy importante para nuestra sanidad mental y así podremos analizar con objetividad lo ocurrido. Muchas veces exageramos lo sucedido o imaginamos actitudes y hechos que no corresponden con lo que en un principio pudimos pensar.
Debemos aprender a superar el sufrimiento y las ofensas mirando hacia el futuro. No podemos quedarnos atrapados en el pasado, recordando continuamente a aquellos que tanto sufrimiento nos causaron o aquellas circunstancias o hechos que nos produjeron tanto dolor. Hay que pasar la página y mirar de forma positiva hacia el futuro. El perdón nos libera de la pesada carga que nos atormenta y nos hace tanto daño. Creo que así lo pensó Petro cuando llamó a Uribe para que unidos pensaran en lo mejor para Colombia, sigamos este ejemplo y viviremos mucho mejor y si de verdad queremos la reconciliación, es importante disponer de lo irreconciliable por lo reconciliable. En dejar tantas flechas llenas de odios por las redes sociales, especialmente de los que apoyaron a Petro, que pareciera que estuvieran en cobro de venganza por la victoria alcanzada. Si el presidente electo está poniendo el ejemplo de unir y de mirar con otra óptica después del triunfo en las urnas, ¿por qué sus seguidores no dejan esos ánimos pendencieros por las redes sociales?