No había transcurrido el primer día del año y ya los medios corporativos de comunicación estaban hablando de una hora cero para iniciar un paro camionero. A la par, anunciaban aumentos desmesurados de los peajes en el país.
Igual fue durante el año pasado cuando dijeron que el país iba a entrar en racionamiento de energía por la sequía, cuando no de gas. Por supuesto nada de ello ocurrió, aunque Bogotá comandada por la derecha de Galán sí lleva un semestre cortando el agua allá.
Ni tampoco los camioneros pararon el país porque hay dialogo y saben que no los van a matar ni sacar los ojos porque protestan, ni los peajes cuyo 70% están en manos de conglomerados privados por obra y gracia de contratos leoninos a 30 o 40 años suscritos en los anteriores gobiernos, subieron desmesuradamente porque Petro dialogó con seis concesiones para que dicho incremento fuera bajo.
La gente feliz en Pasto en el carnaval, pero azarada devolviéndose antes del fin del evento por el temor a quedar atrapados en el Cauca, y así toda la gente que paseaba por la geografía nacional.
La manipulación es tal que hasta hay asalariados descontentos con el alza generosa del mínimo! No sabemos hasta cuándo les va a durar el pánico infundido, pero las disculpas posteriores cuando ya han causado el daño, como hizo Caracol noticias, van a terminar en un caos conducido solo por el propósito de dañar la imagen del presidente de la república.
Hay personas que se están negando con violencia a pagar peajes injustos, y ello puede ser una ola que creciendo no va a parar ninguna disculpa. No es solo cuestión de ética periodística, también de responsabilidad social.