‘Los señores del fútbol’, que no son otros que aquellos quienes han gobernado y manejado a su antojo el fútbol mundial desde hace décadas, han dejado muy en claro desde todo ese tiempo que el balompié profesional es un espectáculo privado, en el que los Estados prácticamente no tienen ninguna injerencia.
Aunque con el paso de los años han ido variando algunas cosas, más por la presión de algunos gobiernos, de todas formas, ellos no toleran injerencia alguna en sus decisiones. Firman convenios, cuando les conviene, como el caso de la realización de los eventos multimillonarios, en los que los países organizadores se gastan fortunas y ellos, los del fútbol, se llevan la principal ‘tajada’.
¿Pero a qué viene todo esto? La respuesta es sencilla. Por estos días mucho se habla del tema de que el Gobierno Nacional retiraría la Policía del espectáculo futbolero. Ante esto, el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, el barranquillero Ramón Jesurún Franco, dijo en una entrevista a un medio radial, que sin Policías no era posible el fútbol.
Puede tener razón si tenemos en cuenta la violencia entre hinchas y los desmanes que se ocasionan. Pero, qué fácil le entregan la responsabilidad al Estado cuando les conviene. Ahí el fútbol si no es un evento privado sino un espectáculo que mueve miles de personas a su alrededor. Cierto.
No obstante, desde el Gobierno Nacional siguen analizando esa idea, la de retirar el servicio de Policía en el interior de los estadios, solamente prestar seguridad exterior, en las afueras y que dentro de los escenarios la seguridad sea privada, como debe ser, teniendo en cuenta que este espectáculo es de unos cuantos así tenga incidencia en millones de aficionados.
Esperemos a ver cómo avanzan esos diálogos entre los dirigentes de la Dimayor y la Federación y el Estado colombiano, en este caso, el Gobierno Petro. Lo real es que las solicitudes de aumento de pie de fuerza policial son cada vez más notorias en las distintas poblaciones, como para tenerlos ocupados en otros menesteres.
Llegó el momento de que los señores del fútbol también asuman esa responsabilidad.