Algunos comentaristas deportivos han manifestado que el mundial de fútbol de Catar, que se encuentra en su fase final, se ha caracterizado por las sorpresas y por los resultados inesperados, hechos que le han estampado visos de dramatismo y suspenso.
En efecto, la eliminación temprana de Alemania y España, flamantes campeones orbitales y candidatos a levantar de nuevo la copa y las recientes derrotas de Portugal y Brasil, escuadras lideradas por jugadores de renombre internacional, como Ronaldo para el caso del país Lusitano y Neymar, Paquetá, Richarlison, entre otros, por el lado de los cariocas, han asombrado a miles de seguidores del balompié. Los fracasos anotados llevan a pensar que un torneo de la dimensión del que nos ocupa, no se puede ganar por referencia a destacados recorridos históricos o a figuras que han descollado en sus respectivos clubes. Más allá de estos ingredientes, se requiere estructurar un férreo trabajo colectivo, signado por la entrega y la humildad.
Estas apreciaciones no son gratuitas. Por ejemplo, según versiones de algunos medios, se presentaron roces entre Ronaldo y el cuerpo técnico, fricciones que a la postre pudieron haber incidido en el revés Luso. Desde luego, con lo expuesto no se pretende desconocer el progreso que han demostrado las selecciones, que han derrotado a los combinados, cuyos fracasos se reseñaron líneas atrás. Antes bien, la reflexión que se desprende de estas consideraciones, además del trabajo colectivo, de la humildad, aspectos antes enunciados, provocan reacciones como éstas:
No se pueden olvidar los errores cometidos en encuentros mundiales anteriores. Así, por ejemplo, Brasil, en el mundial de Rusia, quedó por fuera, debido a un contraataque de los belgas; algo similar le ocurrió esta vez, a manos de los croatas, falencia que se resalta aún más, puesto que faltaban unos pocos minutos para el cierre del compromiso y cuando los auriverdes tenían el score a su favor. Así las cosas, conviene revisar los diseños estratégicos a fondo para no reincidir en estos yerros.
No de menor importancia en este análisis, ha de ser el estudio técnico y psicológico inmerso en la ejecución de los tiros penaltis, dado que estos han dejado por fuera a más de una rutilante escuadra, incluida la carioca, que como resultado de dichos cobros sucumbió en esta justa catarista.