El pasado viernes 17 de noviembre, en la Biblioteca Pública Municipal Daniel Potes Lozano, fue una noche donde brilló la poesía, que, como vida que es, se escuchó a los asistentes al final del acto, hablar de diversos temas relacionados con Tuluá, el arte y la cultura, lo mismo que vivencias y experiencias. En general fue un canto a la existencia misma.
El maestro Omar Ortiz Forero, columnista de EL TABLOIDE, hizo un recorrido por la trayectoria de la revista Luna Nueva, que llegó a su número 49. Recordó Omar, la idea de Angela Chaguala de editar una revista de poesía, sus primeros números, que fueron difíciles, hasta que un amigo le aconsejó hablar con Juan Manuel Ponce de León Uribe, quien dio el patrocinio de Levapan, para seguir editando tan prestigiosa revista, apreciada en el mundo intelectual del país.
Luna nueva, con 164 páginas, de las cuales 163 contienen obras de poetas invitados de Cuba y Venezuela. Leemos entusiasmados una muestra de siete poetas nariñenses, terminando con el poema de Valeria Zarama, Montaña de Fuego.
La revista le abre las puertas del éxito a los poetas jóvenes, donde leemos seis nuevas voces, que estamos seguros llegarán a ser forjadores de la palabra romántica, caminando luminosos por los valles del amor.
Escuchamos la presentación que hizo Antonio Correa, uno de nuestros valores de la cultura, al hacer la presentación del tercer libro de poesía de Juan Manuel Ponce de León Uribe, poeta nacido en Tuluá y radicado en Bogotá, titulado PEREGRINO. Juan Manuel, había podido estudiar en cualquier país del mundo, pero su sencillez lo llevó a estudiar Antropología en la Universidad Nacional de Colombia.
Su poesía lo ha situado entre los mejores poetas del momento. Transita por los espacios del amor, de la guerra, de la paz, sobre la hora negra de muchos siglos que ha robado todas las horas. Nos dice del temor de morir que tenemos los colombianos, y quienes no tienen respeto por la muerte de otros.
Encontramos un bello poema, titulado Te hablo desde muy lejos. Dice Te hablo desde muy lejos, nos separa un siglo y todo el mar, no sé si puedo hacerte llegar este saludo. Hay tantos obstáculos entre tú y yo, que mi mano tiembla incrédula.
Con Juan Manuel, recordamos, cuando nos conocimos en nuestra niñez. El niño que conocí ayer, es hoy un señor poeta.