Este enfoque equivocado y pernicioso, que ha falseado la verdad de todos los combates, ha permitido que, por detrás del prestigio oficial y del reparto burocrático, desaparezca el propósito final de toda lucha partidaria: Imponer a la mayoría nacional un modelo de sociedad futura.
En el caso de Colombia, creo que no hay sector de izquierda o de derecha que desconozca el carácter atrasado y deficiente de la sociedad en que vivimos.
Todos saben que la igualdad ante la ley no existe, que en muchas ocasiones la democracia, se falsea, y que la mayoría de los colombianos se hallan colocados en un estado de postración permanente.
Esa sociedad necesita desaparecer para abrirle paso a la construcción de una nueva; y es el papel de los partidos señalar los rumbos. Para acceder a esa meta, primero fortaleciendo nuestra aspiración de paz.
Una de las más grandes frustraciones de los activistas y luchadores para partidarios, ha nacido de ese embeleco renuente y momentáneo del PODER (con mayúscula) que hoy se les otorga por servicios prestados y para que mañana se les arrebata en el momento de decidir el futuro de la actuación patética.
Buena parte de los colombianos politizados han conocido solamente, su carácter de ciudadanos electorales y no de autores de sus propios destinos.
El colombiano de hoy no puede seguir siendo un elector, porque la democracia, no es solo elegir.
La politización consiste en la capacidad crítica y sin ella, no puede construirse una sociedad igualitaria.
Como fenómeno curioso vemos la política social de los gobiernos de ancestro liberal. Desde Samper presidente, hemos observado que se han ejecutado proyectos sociales como los de vivienda, ayuda para los adultos mayores, de la juventud, en la educación, la salud, disminución del desempleo y acercándose temerosamente a las regiones rurales.
La cuestión agraria subsiste y no ha resuelto porque no ha salido de esa punzante interinidad en que se han colocado, quienes especialmente a quienes se les ha arrebatado sus tierras.
Aún no se sabe a ciencia cierta, en el país cuál será el tipo de estructura agraria y productiva que permita la verdadera democratización de la sociedad colombiana, faltándonos los acuerdos de este tipo que se están dando.