Entendemos la democracia como la mayor de las realidades políticas. Es conveniente para la humanidad y para la dignidad de las personas, puesto que les permite su realización política y social.
La democracia política se fundamenta en varios aspectos como son la expresión electoral de la voluntad popular, conciencia política del pueblo, los organismos o estructuras de representación, participación y movilización, es decir, los partidos, los sindicatos, cooperativas, etc.
La estructura representativa de la democracia expresa la unidad del Estado y garantiza la participación del pueblo en las decisiones políticas, dentro del pluralismo que expresa la diversidad de líneas ideológicas. Los fines de la democracia política dentro de la ideología liberal son: el ejercicio directo de la soberanía popular mediante el sufragio, la práctica de las libertades y la preservación del desarrollo de la persona humana.
En ese fundamento, el gobierno nacional por mandato constitucional, por intermedio de la Registraduría Nacional del Estado Civil y del Consejo Nacional Electoral, ha citado a todos los colombianos para que, en los meses próximos de marzo y mayo, ejerciten su voluntad electoral.
Estamos en una época agitada, violenta y contradictoria, pero en la que debemos encontrar metas generales muy claras, como la elevación del nivel de vida, el pleno empleo y el sendero de la paz dentro de una clara justicia social, la previsión de un plan social, que garantice la distribución del ingreso, la defensa de la patria y la dignidad de la soberanía.
Nuestros partidos tradicionales y los nuevos, además de los grupos étnicos, religiosos y ecológicos entre otros, por intermedio de sus candidatos, han lanzado sus propuestas para que el pueblo colombiano elija al mejor. Salgamos en honor a la paz, a la educación, la salud y al trabajo que tanto necesita nuestro pueblo.