“En frío o en caliente” hasta las autoridades, o cualquiera que pueda pagar en Beskar, el metal más fuerte del universo, capaz de frenar espadas laser Jedi si se forjan armas con él, o les da inmunidad a los mandalorianos al fundirlo para crear partes para sus armaduras.
Todo iba normal hasta que es enviado a matar a un niño de la raza a la que pertenece el gran maestro Yoda: Grogu.
Esta es una historia derivada del universo cinematográfico al que pertenecen muchas otras series, comics y películas de Star Wars.
La narrativa de Mando se cruza en la reciente obra: el libro de Boba Fett. Otro héroe del planeta y parte de la cultura de Mandalore que luego se incorpora a una tribu guerrera que convierte en uno de los más aguerridos.
Realmente vale la pena verla aún cuando no sea amante al universo cinematográfico de Star Wars, pues en ella se anteponen los valores humanos que se enaltecen con el credo mandaloreano.
Recientemente se ha hecho viral en redes no solo por la entrada de la bella Bo Katan Kryze, la reina heredera de Mandalore, sino porque Grogu es en extremo tierno, lo que quizá explica por qué Din DJarin decide no matarlo al dar con él, a pesar de que la recompensa por eliminarlo era inusual y extremadamente alta; por el contrario, determina protegerlo del imperio deponiendo su reputación y su estilo de vida a lo largo de su carrera.
De su odisea, ahora excluido de todo aquello a lo que pertenecía en busca de la supervivencia del niño, es que nacen todas sus emocionantes aventuras.