Algunas preguntas que hizo el padre Francisco de Roux al leer el informe de la Comisión de la Verdad, nos estremecieron a los colombianos. ¿Dónde estaba yo, mientras se sucedían estas matanzas? ¿Por qué permitimos que estas barbaridades sucedieran? Pues bien, los cineastas Gloria Castrillón y Oscar Guescan, con la producción del diario El Espectador, nos muestran en una hora y veinte minutos el testimonio de tres mujeres, victimas de la guerra que no hemos podido parar a pesar de los acuerdos de Habana de 2016.
Son ellas:
- Sandra Ramírez, quien se enlistó en la guerrilla de las Farc, siendo una campesina adolescente, llegando a ser la compañera sentimental de Manuel Marulanda Vélez y actual senadora por el partido de Los Comunes, nos ofrece su testimonio de victimaria en el conflicto, en busca hoy de verdad y reconciliación con las madres de policías y soldados que murieron por su accionar.
- Esther Polo Zabala, hija de María Zabala, una lideresa de Córdoba que ha luchado por la reparación de las victimas de los paramilitares en cercanía de Montería, es actualmente una abogada de treinta años que enfrenta sus fantasmas, ya que los paramilitares asesinaron a su papá y varios integrantes de su familia, motivo por el cual ha atentado en varias ocasiones contra su vida.
- Bibiana Quintero, abogada de 23 años que descubre que su papá, un sargento retirado del Ejército Nacional, cayó preso por graves crímenes cometidos durante el conflicto armado. Es actualmente una importante lideresa en la zona del Catatumbo, donde recorre los pasos de su padre buscando cerrar el ciclo de violencia al que creía estar condenada.
Sus desgarradoras historias y la manera en que ellas trabajan para sanar su dolor y el de centenares de mujeres, como ellas, víctimas de una guerra que no provocaron, nos alientan a buscar caminos que cierren los ciclos de violencia a los que pareciera estamos condenados.