Qué difícil es olvidar cuando se ha amado tanto. El sentimiento de vacío, la soledad y los recuerdos son tan grandes que pueden jugarte una mala pasada y no dejarte avanzar en tu camino.
El sufrimiento lleva a las personas a pasarla mal, hasta sienten que les duele el cuerpo, el alma. Sufrir, bloquea y paraliza.
Pero, aunque no tengan la energía suficiente, ni las ganas, hay que avanzar, se debe vencer la pereza de pensar y analizar la nueva vida, hay que ponerse de pie, salir a la calle, esforzarse. Para pasar la página, debes comenzar por romper el círculo vicioso en el que estás.
Desecha todo lo que te recuerda ese sufrimiento, además, tienes que luchar con los pensamientos y actitudes derrotistas, desesperanzadoras y negativas que te están impidiendo moverte, avanzar y buscar soluciones para un buen vivir.
Busca las llaves en tu corazón y cambia las claves y bota lo que ya no funciona, tienes que proponértelo y sobre todo, tienes que quererlo.
Tienes que aceptar la nueva realidad que te está tocando vivir, siendo siempre activa en ella, buscando nuevas salidas. Tienes que salir de tu zona de confort, porque es lo mismo de siempre, lo cómodo, porque eso es lo que no te dejará salir de esta encerrona y al final ser completamente feliz.
Ten en cuenta que el tiempo jamás retrocede así que tienes que continuar con tu vida.
Alza la cabeza y sigue hacia adelante en busca de algo mejor para tu vida, porque tú te lo mereces y no permitas que te transformen en quien no eres y no le tengas miedo a la soledad, porque recuerda que nacemos solos y moriremos solos. Definitivamente hay que sacarle gusto a estar con nosotros mismos.