La primera persona que me habló de Chiribiquete fue Germán Cardona Cruz, quien conoció la serranía en su larga vivencia en territorio Huitoto, que llamaban ese, su hábitat “la casa del jaguar”. Germán no sólo guardaba en su archivador, los cuentos que un día decidió quemar para orfandad literaria de un país que se ha negado a conocerse a sí mismo, sino además valiosos documentos de sus años como colono en las selvas caqueteñas donde fue cofundador del hoy municipio de Puerto Rico.
Entre dichos legajos se encontraban una serie de fotografías tomadas en compañía del antropólogo Gerardo Reichel Dolmatoff, donde se veía unas grandes piedras con pinturas rupestres hechas por los milenarios habitantes de las orillas de los tíos Caquetá y Apaporis.
Eran los famosos “tepuyes” que non otra cosa que formaciones rocosas gigantescas, las más antiguas de la tierra, que cuentan gráficamente la historia de los primeros habitantes del continente americano, y que pese a su valor planetario han estado completamente olvidadas por la ciencia occidental.
Hoy, Juan Lozano, documentalista colombiano, que descubrió en 2018 esta maravilla patrimonio de la humanidad, ha realizado con dos canales públicos RTVC de Colombia y el canal Francoalemán ARTE, una coproducción cinematográfica que pone en evidencia la importancia científica del lugar y su amplio potencial arqueológico que merece ser recuperado por los estudiosos de las ciencias arqueológicas y antropológicas para establecer quienes pintaron las setenta mil figuras repartidas en setenta y un murales, cuando se pintaron, y quienes fueron los pueblos que realizaron tan monumental trabajo.
El documental “Chiribiquete”, es un viaje al pasado que nos sitúa en nuestro presente y nos da luces para construir un mejor futuro. Se estrenará el jueves 3 de abril en el Palacio de Proclamación en Cartagena, abriendo el Festival de Cine de la Heroica.