Que llegó el socialismo, que seremos peor que Venezuela, que volveremos a la época donde se cocinaba con leña; que es mejor tener la gente pobre porque si se enriquece se vuelve de derecha y con ello el modelo progresista se acaba.
Las anteriores afirmaciones de lado y lado son solo el preludio de la discusión sin sentido por la cual deberemos pasar en los próximos 4 años del llamado Gobierno del cambio. Pero lo realmente importante por resaltar, en solo estos 70 y algo de días de la izquierda en el poder, son los hechos que demuestran que el cambio no siempre es sinónimo de avance, sino que en casos como este es de retroceso.
Así y con hechos podremos documentar que el cambio histórico ha logrado impositivamente, y en pocos días, lo que jamás ningún otro Gobierno por precario ha logrado en la historia republicana:
1. En solo 2 meses logramos, gracias al discurso equivocado e irresponsable del Presidente y su gabinete, perder 20 % del poder adquisitivo del peso colombiano.
2. Lograron en contra de la mayoría de naciones democráticas agrupadas en la ONU, legitimar al narco dictador Nicolás Maduro, acusado de delitos de lesa humanidad. Mal inicio para un Gustavo Petro reconocido en su pasado político por correr ante la CIDH a pedir medidas cautelares de protección, cachetada de un defensor de DDHH a las víctimas del narco dictador.
3. Han logrado crear pánico económico en la inversión extranjera, sobre todo el sector de los hidrocarburos y en los mismos gremios industriales del país, razón por la cual ya se habla de cierres de empresas multinacionales como Falabella, grupo Éxito y de oficinas bancarias como las del Banco Itaú y Scotian Bank.
4. El cambio histórico logró mediante su discurso de odio de clases fomentar las invasiones a varias haciendas vallecaucanas y caucanas creando así pequeños conatos de batallas civiles entre dueños, empleados e invasores lo que, de seguro como polvorín, estallará cuando la ley no sea suficiente para reestablecer los derechos a la propiedad privada.
5. Lograron mediante directivas y barridas indiscriminadas contra la Fuerza Pública, anquilosar a los policiales con un director preocupado por si el policía tiene moza y maniatar a las Fuerzas Militares con unos comandantes blanditos que saben que desobedecer a Gustavo I puede traerles una persecución sin precedentes.
Así que el Cambio es Histórico y será solo el pueblo el que determinará el futuro de una nación históricamente liberal con principios conservadores o dejarla caer en manos de arrogantes megalómanos de la nueva izquierda comunista mundial.