¿Cuál fue la medida de la reforma tributaria del año pasado que causó el estallido social? El aumento del IVA a los productos de la canasta familiar. ¿Se gravó en el proyecto de ley de tributaria de Petro a la canasta familiar? No.
De manera pues que no hay tal de que la reforma tributaria que se avecina es igual o peor a la de Carrasquilla, aunque los vencidos de la derecha y su extrema que nunca creyeron perder sigan destilando odios envueltos en falacias, como que al aumentar el impuesto a derivados del petróleo como los plásticos que sirven de empaque a algunos alimentos, sea gravar la canasta familiar, o que ahora dentro de esta son de vital importancia los embutidos ultraprocesados o las gaseosas. Realmente, todo lo que provenga del nuevo gobierno lo van a criticar. Seguirán auto ridiculizándose, para el bien del país.
En perspectiva, y a juzgar por las dos semanas de gobierno, Petro irá escalando el cumplimiento de sus promesas. El dólar bajó como lo predijo, el gabinete ministerial en su mayoría es de alto nivel, mientras el ELN y los clanes delincuenciales le bajaron intensidad al fuego, disponiéndose a dialogar directamente con el gobierno nacional. Y claro, los símbolos que no son de poca importancia.
La apoteósica posesión que algunos pudimos presenciar demostró que se marcará historia con un nuevo relato en el que los vencidos reivindicarán el pasado lleno de ignominias para traer justicia: la hija del comandante Pizarro terciándole la banda presidencial al posesionado ex M-19, la espada de Bolívar, y la vergonzante despedida de Duque que se asimiló a la fuga de una banda criminal, o como lo dijo amablemente el jurista Ramiro Bejarano, al desahucio de unos malos inquilinos. Desde luego, la historia dictaminará que se marcó hito si el Estado pudo ser reformado en sus cimientos jurídico constitucionales, y ya sabemos que esto solo se logrará transando con la politiquería tradicional que desafortunadamente aún hace mayoría en el Congreso de la República.
Perder burocracia para ganar historia, un sacrificio que injustamente le tocará seguir haciendo a la izquierda, a menos que la habilidad de la plana mayor gubernamental logre conciliar los intereses políticos del progresismo con los intereses mezquinos de aquellos que, por ejemplo, no se quieren rebajar sus mega sueldos de congresistas.