“Dentro de los términos normales, el samán tendrá un proceso de adaptación de seis meses, tiempo durante el cual sufrirá cambios como la caída de sus hojas para empezar su fortalecimiento”, dijo el ingeniero Pérez en diálogo con EL TABLOIDE.
Añadió que espera contar con el apoyo de la ciudadanía en el cuidado para evitarle el estrés excesivo y permitir que en unos años, su sombra cubra gran parte de la plaza icónica de los tulueños.