“Hay una realidad que no se puede ocultar y es que las personas beneficiarias del proyecto toda la vida trabajaron en la calle y por tanto muchas de ellas siguen aferradas a la llamada economía del rebusque, es decir, que laboran mientras reúnen para el diario y se regresan a sus casas”, dice Vásquez Hernández al explicar que se evidencia en la intermitencia de algunos comerciantes para abrir sus negocios.
“Diariamente hago el barrido por el primer piso y puedo afirmar que solo 10 propietarios son constantes para abrir sus locales, cifra que resulta elevada y que denota la falta de interés y que
algunos justifican en el bajo nivel de visitantes del Bicentenario, pero que se podría reversar si se aplica un cambio de actitud”, señala el funcionario.
Las cifras
Desde noviembre de 2019, cuando EL TABLOIDE hizo un primer informe sobre la entidad y su funcionamiento, el panorama ha cambiado muy poco y por efectos de la pandemia se pudo haber agravado, pues la parálisis del comercio afectó los presupuestos trazados para 2020.
Hoy de los 290 locales adjudicados por la alcaldía, 50 no han sido usados ni la primera vez, pues los adjudicatarios solo reclamaron la balota y nunca más volvieron por lo que está en marcha un bloque de búsqueda para ubicarlos y saber si están o no interesados en continuar el proyecto.
De los 240 que han hecho presencia, solo 120 han estado activos, pero como se afirmó en párrafos anteriores lo hacen en medio de una intermitencia que preocupa.
Y de ese paquete de activos “intermitentes” solo el 10 por ciento cumple con las obligaciones adquiridas con Infituluá.
“La esperanza que guardamos es que una vez el Sena y la Unidad de Víctimas, que ya ocupan un espacio en el establecimiento, puedan reabrir sus puertas al público se genere un flujo de personas y por ende se de una mejor dinámica comercial”, precisa Vásquez.
Algunas estrategias
De cara a la reapertura total pos pandemia, Infituluá de manera conjunta con la Cámara de Comercio de Tuluá están trabajando en una estrategia que motive a los compradores a llegar al sitio que además posee parquea-deros adecuados.
“En los meses de septiembre y octubre vamos a rifar una bicicleta todo terreno, cenas románticas y una moto entre los clientes”, indicó Vásquez Hernández.
Agregó que igualmente se hará de manera quincenal “actividades como la feria del hogar, eventos artísticos y con los mismos comerciantes vamos a embellecer la fachada y esperar con alegría la temporada de fin de año”, puntualizó.