Edgar de Jesús Orrego Arango, alias ‘Leo’ o ‘Firu’, cabecilla de la estructura 36, es, según las autoridades, uno de los responsables de la instalación de un campo minado en el departamento de Antioquia, donde murieron seis militares en zona de Valdivia. Se le señala de haber hecho alianzas con el ELN para combatir a otros grupos criminales y así quedarse con las rentas productos del narcotráfico y la minería ilegal.
Es señalado de delitos como: homicidio agravado, concierto para delinquir agravado; fabricación, tráfico y porte de armas de fuego municiones; utilización ilegal de uniformes e insignias; municiones de uso restringido, de uso privativo de las fuerzas armadas o explosivos; terrorismo y hurto calificado y agravado.
Entre tanto, Diego Vargas, ‘Hermes’, es señalado de homicidios selectivos, narcotráfico, minería ilegal, reclutamiento de menores. Además, tenía orden de captura vigente del Juzgado Primero Municipal Ambulante de Control de Garantías de Pasto y se encontraba dentro de un proceso judicial con la Fiscalía 104 del departamento de Nariño por los delitos de concierto para delinquir, fabricación, porte y tráfico armas, municiones y explosivos.
Este individuo, de 50 años de edad, hizo parte del Frente 29 de las extintas Farc durante más de 8 años. Allí habría adquirido experiencia en la planeación y ejecución de acción terroristas. En 2016, se unió al proceso de paz e hizo parte de los firmantes del acuerdo.
Por último, Yenser Yosony Duque, alias ‘Oliver González’, cabecilla de la Comisión del Frente Raúl Reyes de las disidencias de las Farc, con el que se supone hay un cese al fuego por pertenecer a las disidencias de ‘Calarca’, también había sido sorprendido en las camionetas de la UNP cuando se desplazaba con más integrantes de las disidencias Farc.