La organización del evento destacó la importancia de este desfile como el “culmen de la fiesta”, resaltando la creatividad que se desborda en cada una de las carrozas, que se convierten en verdaderas obras de arte. En palabras de los organizadores: “Es el culmen de la fiesta, un día apoteósico, la creatividad a flor de piel”. Este desfile es una clara muestra del compromiso con la preservación del Patrimonio Cultural Inmaterial de la región.
Juan del Río, un pastuso residente en Cali, expresó su emoción por la magnitud del evento, destacando la espera de más de cuatro horas para presenciar las carrozas como una experiencia invaluable: “Es increíble ver toda la magia del Carnaval de Negros y Blancos y la espera de más de cuatro horas no es nada”, afirmó.
Por su parte, el alcalde de Pasto, Nicolás Toro, celebró la masiva afluencia de turistas, estimando que alrededor de 150.000 personas visitaron la ciudad durante las festividades, lo que dinamizó notablemente la economía local.
Detrás de cada carroza, se esconde un arduo proceso de creación que involucra más de seis meses de trabajo en equipo. Más de 50 personas colaboran en la construcción de cada carroza, un proceso que inicia con el diseño en papel, pasa por la creación de una maqueta y culmina con la construcción física de la obra. Este año, la organización del Carnaval implementó un nuevo espacio privado para los artistas, conocido como “la Ciudadela Carnaval”, para evitar las dificultades de tráfico que se presentaban al construir en las calles.
Además, cada uno de los participantes en el Desfile Magno recibió un auxilio económico de 72 millones de pesos para materializar sus ideas.
El desfile se enmarca dentro de las festividades del “Día de Blanquitos”, que se celebra con la tradicional pintura de talco, harina y espuma, mientras los asistentes disfrutan de la magia y el colorido del carnaval. Este día sigue al “Día de Negritos”, que rinde homenaje a los esclavos afrodescendientes, recordando el único día del año en que se les permitía realizar actividades recreativas durante la época colonial.
El Desfile Magno no solo es una fiesta visual, sino también una ocasión para honrar la historia y las tradiciones que hacen único al Carnaval de Negros y Blancos, consolidándose como uno de los eventos más importantes de Colombia y del mundo.