Expertos advierten que este tipo de imágenes no son una prueba confiable y que pueden ser fácilmente manipuladas para engañar a las personas.
Según el especialista en tecnología Pau García, mediante herramientas como la función ‘Inspeccionar’ —disponible en navegadores como Chrome o Edge—, cualquier persona con conocimientos básicos puede modificar temporalmente textos, cifras y diseños visibles en una página o plataforma digital antes de realizar la captura de pantalla. Esto ha sido aprovechado para falsificar estados de cuenta, alterar conversaciones en redes sociales o simular pagos bancarios inexistentes.
“Este tipo de engaños no requiere software especializado. Con abrir un chat en WhatsApp Web o ingresar a una cuenta bancaria desde el navegador, se puede cambiar lo que aparece en pantalla y tomar una captura que parece legítima”, explicó García en sus redes sociales.
El experto recomienda desconfiar de las capturas de pantalla como método de verificación y, en su lugar, solicitar documentos en formatos más seguros como PDF generados directamente por las plataformas oficiales. También sugiere prestar atención a detalles visuales como la tipografía o el diseño, que pueden mostrar anomalías propias de una edición fraudulenta.
Ante el aumento de este tipo de estafas, los usuarios deben estar atentos y verificar siempre la información desde las aplicaciones o sitios oficiales para evitar caer en engaños.