DATO: En los últimos siete meses tres soldados en el Valle han muerto a manos de un compañero.
En cuanto al joven implicado, natural de Buga, se informó que fue dejado a disposición de la Unidad Básica de Investigación Criminal -UBIC- Buga, mientras se coteja su versión con la de un testigo que se encontraba en el lugar de los hechos.
El drama de una familia en Tuluá
La tragedia se trasladó a la Villa de Céspedes, donde residen los padres de García Sánchez. Martha Isabel y Jhon Fredy fueron notificados, en la misma noche del lunes, que uno de sus hijos había fallecido producto, al parecer, de un accidente.
Fue así como el día martes fueron requeridos en las instalaciones de la base militar con el fin de brindarles apoyo psicológico y posteriormente acompañarlos en el proceso de reclamación del cadáver en la morgue de la Ciudad Señora, y de allí trasladarlo a Tuluá, en donde familiares y amigos le darán el último adiós.
Un joven deportista
Camilo García Sánchez, durante cuatro años, hizo parte de la Escuela de Fútbol Talentos de Gustavo Victoria, donde se destacó por sus calidades deportivas como arquero del equipo.
Culminó sus estudios primarios en la Escuela Julio Pedroza del corregimiento de Campoalegre, zona rural plana de Tuluá, sector en el que creció junto a su familia, razón por la que sus vecinos no dan crédito de lo ocurrido a este joven que se destacó por su nobleza y calidad humana.
De acuerdo con lo dado a conocer por sus allegados, desde hace un año prestaba su servicio militar obligatorio en Buga, labor en la que decía sentirse a gusto, inclusive, había manifestado su intención de continuar en la carrera militar, sueño que se vio truncado tras su repentina muerte.
Hoy, familiares, compañeros y amigos se aferran a los recuerdos de este joven, hincha del América de Cali, al que no le gustaba la rumba ni el trago.
Este caso, como otros similares registrados en la institución militar este año, están siendo investigados por parte de la autoridad competente, pues ya son tres los jóvenes vallecaucanos que han muerto en hechos que han sido considerados accidentales y a manos de compañeros de guardia.
El caso más reciente se presentó el pasado 18 de octubre, cuando perdió la vida un joven natural de Roldanillo e identificado como Jeferson Leandro Ramírez, de 19 años de edad, tras recibir un impacto a la altura del tórax, mientras cumplía servicio al interior de la base Tesorito de Zarzal.
Así mismo el pasado 29 de junio, cuando hacía guardia en el EcoParque de Andalucía, murió Johan Sebastián Luna Villa, de 18 años, quien estaba vinculado al batallón de alta montaña, al recibir un disparo a la altura del cuello en momentos en que limpiaba las armas de dotación.