La versión oficial
El coronel Nelson Dabey Parrado Mora sostuvo que en el momento en que una patrulla del modelo nacional de vigilancia comunitaria por cuadrantes del municipio de Tuluá realizó la señal de pare a un vehículo, su conductor omitió la orden de policía y emprendió la huida.
“Es allí cuando la patrulla solicita apoyo de unidades del GOES (Grupo de Operaciones Especiales) para realizar la interceptación del vehículo. Durante ese recorrido se dieron varios llamados al conductor para que detuviera el automotor, quien hizo caso omiso, realizando maniobras peligrosas, poniendo en riesgo la vida e integridad de varios ciudadanos y la de nuestros policías”, expresó el alto oficial.
Igualmente, la comunicación policial señala que en el barrio Alianza “se presentaron unas detonaciones, donde resulta lesionado el señor Santiago de Jesús Cañas Guerrero por arma de fuego, quien es trasladado al hospital del municipio de Andalucía, en el que posteriormente fallece por la gravedad de las heridas”.
Finalmente, el coronel Parrado Mora, manifestó que se dispuso de un grupo interdisciplinario, conformado por las oficinas de Control Disciplinario y Justicia Penal Militar, con el fin de esclarecer las causas de tiempo, modo y lugar de estos hechos.
Los familiares
“A mi hijo lo mataron como al peor delincuente”. Esa contundente frase de don Helmer Giovanni Cañas López, padre de Santiago de Jesús, encierra el dolor y la rabia de los familiares sobre lo acontecido, porque, así como la Policía emitió una versión oficial, la familia Cañas Guerrero tiene el otro lado de la historia.
Lo que aún no se explica don Hélmer, es la causa por la que su hijo no se detuvo haciendo caso omiso al llamado de la policía, dando origen a la persecución que se inició en el barrio Fátima de Tuluá. “Tal vez porque él era una persona muy nerviosa, seguramente no quería verse involucrado en nada. Allí empezó esa persecución a la que se sumaron otros vehículos policiales, incluido un Renault Duster, donde al parecer, van efectivos de la Sijín, como se aprecia en algunos videos que ya están aportados a la investigación, y a ese operativo, como lo llaman ellos, se agregó el Goes, un grupo especial que en los últimos días llegó a reforzar la seguridad en Andalucía debido a la situación de orden público”, expresó el compungido padre.
Los disparos
“A mi hijo le comenzaron a hacer disparos desde Tuluá, no como dice la Policía. Entonces él emprende la huida desde el barrio Fátima hasta la salida norte y desde allí a Andalucía. Ya aquí, en su desespero por salvaguardar su vida, ingresó por el barrio San Vicente, recorren varias calles del pueblo, tal vez, mi hijo tratando de salirse de esa persecución, asediado por los disparos, tomó rumbo al barrio Alianza. El vehículo en el que se desplazaba mi hijo, un Renault Twingo, de color gris, tiene impactos de bala por todas partes”.
La confusión
Don Hélmer Cañas desvirtuó al coronel Parrado Mora, quien manifestó que su hijo puso en riesgo la vida no solo de los uniformados sino también la de muchas otras personas. “Durante esa persecución ellos no pensaron en la integridad de ningún ciudadano. Contrario a lo que dice la Policía, no fue mi hijo el que puso en riesgo la vida ni la integridad de la población civil, porque había mucha gente a esa hora en las calles, en los videos incluso se ve gente que se tira de las motos para no ser alcanzados por alguna de las balas que estaba disparando la Policía”.
Finalmente, se conoció que el automóvil en el que se desplazaba Santiago era propio. “Él se ganaba la vida haciéndole viajes y mandados a los amigos, por encargos a algunos comerciantes de acá del municipio, transportando estudiantes. Él les ofrecía sus servicios, que si necesitaban hacer alguna diligencia en Tuluá, él iba. Así se ganaba los pesitos”.
Santiago de Jesús Cañas Guerrero tenía 25 años, cumplidos el pasado mes de noviembre, vivía en unión libre, no tenía hijos y era el mayor de dos hermanos.